Un Gancho al Corazón” es una deliciosa historia para toda la familia, repleta de aventuras, enredos y  malos entendidos. Aderezada con una generosa dosis de lágrimas, risas y mucho amor. Es la historia de Valentina López, una joven bella y simpática que enfrenta la vida con valor y decisión. Excelente boxeadora profesional a quien desde niña apodan cariñosamente “La Monita”, por su afición a colgarse de las ramas de los árboles. Tiene tanto talento para el boxeo que bien podría convertirse en campeona mundial. Su entrenador es Beto, y son novios desde hace ocho años. Valentina está muy agradecida con Beto y su mamá, Nieves, porque le dieron un hogar cuando  fue abandonada por su madre. Todo parece indicar que Valentina tendrá una vida tranquila, serena y sin complicaciones al lado de Beto (esto es, aparte de los golpes, los moretones), pero el Señor Destino tiene planeado algo muy diferente para “La Monita”.

La historia comienza con una derrota. Valentina pierde una pelea por tener lastimada una mano y decide buscar un trabajo distinto mientras se recupera.  

En otra parte de la ciudad se encuentran las oficinas del Grupo Sermeño, una importante empresa inmobiliaria que es propiedad del ex piloto campeón de Autos de carreras Mauricio Sermeño, el ex-corredor de autos está ahora dedicado a la empresa familiar, a donde llega “La Monita” en busca de trabajo. Desde el primer momento en que se conocen, tanto Valentina como Mauricio son flechados por el travieso Cupido. Por supuesto, aquello no le hace mucha gracia a Constanza, la novia de Mauricio, una mujer atractiva y sofisticada que está perdidamente enamorada de su dinero.

Para separar a Mauricio de Valentina, Constanza se alía con Jerónimo, el primo de Mauricio, y con Oscar Cárdenas, un empleado desleal. Pero no sólo quieren separarlo de la chica, sino también de sus tres hijos adoptivos (Aldo, Luisa y Danny), y de su fortuna.  Sin embargo, el amor de Mauricio y Valentina será capaz de vencer cualquier obstáculo, porque más dura que una pelea en el ring, es la lucha por la felicidad, y en ella, el mejor entrenador es el amor.